EL LADRÓN DE CÉNTIMOS

El hábil y astuto Henri Pichon responsable del programa informático de contabilidad de un poderoso grupo bancario parisino, ha ideado un sistema de redondeo a su favor en los asientos de clientes de céntimos, que desvía a cuentas ocultas cuyas claves sólo él conoce. Al cabo de los años las pequeñas cantidades han creado un fondo de millones de euros depositados finalmente en paraísos fiscales al margen de las normas financieras internacionales.
Internado en la UVI a causa de un accidente, los manejos de Pichon quedan al descubierto y despiertan la codicia del substituto, Pierre Gabriel, que intenta apoderarse de los millones desaparecidos. Una vez recuperado de sus lesiones, el protagonista y su rival se disputan el codiciado tesoro sin reparar en medios para conseguir sus propósitos. La partida se complica debido a la intervención de uno de los directivos del banco, amigo y protector de Pichon, al que Pierre Gabriel agrede por considerarlo cómplice en el desfalco. Los episodios picarescos, lances de acción y enredos financieros se suceden a través de las calles, plazas y avenidas de París que cobran especial relieve como elementos literarios de un relato ágil en el que no falta el sentido del humor. Las relaciones amorosas de los personajes, adulterios incluidos, se describen de forma discreta, como una costumbre socialmente admitida en nuestra época. Ambigüedad moral que se extiende al considerar como una acción ingeniosa y divertida la maniobra del protagonista que finaliza con éxito al adueñarse del dinero y contraer matrimonio con la bella hija de su jefe y banquero.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa