EL LÁPIZ DEL CARPINTERO

La obra narra una historia de odios, represiones, cárceles y balas, muy semejante a tantas otras que ya se han escrito sobre el tema de la guerra civil (1936-1939). Un lápiz de carpintero sirve de nexo de unión entre vencedores y vencidos, e introduce un elemento mágico, de leyenda, entre el tenebrismo neorrealista de la acción, ambientada en tierras gallegas.
El autor pretende prescindir de la política para centrarse en el aspecto humano de aquel dramático episodio histórico. Sin embargo, puesto que él, nacido en 1957, escribe basándose en la memoria de otros, no logra por completo aislarse de una herencia de violentos odios y rencores. A partir de ellos ha desarrollado una ficción en forma de historia de héroes y villanos, con una caracterización algo rígida de unos y otros, demasiado radical para ser plenamente humana. En el transcurso de la acción hay muchos episodios de carácter fantástico poético, que resultan con diferencia los más logrados desde el punto de vista literario, ya que en ellos la creación narrativa es el elemento predominante. En cambio, cuando la cadencia del estilo, muy cuidado, y la magia que rodea los espacios ambientales se ve turbada por el deseo de mantener abiertas viejas heridas, de impedir su cicatrización y de avivarlas incluso, la obra cae en la truculencia retórica.

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