EL LÁTIGO VIVO

El látigo vivo está considerada una de las obras clásicas más importantes de la literatura eslovaca. Fue escrita entre 1926 y 1927 por un escritor con una sólida y compleja trayectoria literaria que abarca los diferentes y complicados momentos históricos de la vida de Eslovaquia, país que consiguió su independencia de Chequia tras la caída del Muro de Berlín y la descomposición del Telón de Acero.
El autor la escribió con apenas 23 años, lo que se aprecia en su estilo ambicioso y poderoso y en su afán de abarcar diferentes planos y aspectos narrativos. La novela transcurre en una pequeña localidad cercana a la frontera con Polonia. Son los años de la Primera Guerra Mundial, guerra que pilla geográficamente muy lejos a los habitantes de Ráztoky pero que ve cómo sus efectos arrasan con la vida cotidiana del todos los habitantes del pueblo, a los que requisan ganados, alimentos, bienes de todo tipo (hasta las campanas) y que ven cómo la mayoría de los hombres son llamados a filas y regresan heridos o no regresan.
Todo está narrado de manera coloquial y cercana, aproximándose a las vidas de estas gentes anónimas que comprueban cómo cambian las relaciones personales, sociales y hasta políticas. Como consecuencia de la guerra, cambian de manera drástica las vidas de muchos habitantes de Ráztoky y se altera el inamovible mundo burgués que se pone patas arriba al comprobar cómo el dolor, el sufrimiento y el hambre afecta a los de siempre. El patriotismo que esgrime el ejército, las autoridades públicas y hasta algún miembro de la Iglesia no es asumido por las clases populares. La novela está escrita desde una perspectiva coral, atendiendo a las vivencias humanas de muchos de los habitantes de este pueblo perdido, desbordado por los hechos y por una guerra extraña y lejana.

TROA