EL LECTOR DEL TREN DE LAS 6.27

El lector del tren de las 6.27, primera novela del escritor Jean-Paul Didierlaurent (Les Vosgues, 1962) narra una historia de amor localizada en los alrededores de París en torno al año 2010. Un treintañero empleado en una empresa dedicada a reciclar papel procedente de libros descatalogados se entretiene en la tarea de recoger algunas páginas que escapan a la destrucción y leerlas en voz alta a los pasajeros del tren de cercanías que coge cada mañana para ir a su trabajo. En uno de estos trayectos, encuentra olvidado en un asiento, el dispositivo USB que contiene el diario de la limpiadora de los aseos de un centro comercial. Al leerlo, se propone encontrar a su autora a pesar de no disponer de ningún dato concreto que le permita localizarla.
La obra se centra en dos personajes que llevan una existencia monótona y de horizontes materiales limitados aunque encierran en su interior gran capacidad de ilusión y esperanza. La lectura y la escritura suponen, respectivamente, para ellos un medio de encontrar alicientes nuevos en una vida que resultaría aburrida y gris si no existiera alguna forma de alimentar la creatividad y comunicarla a los demás. J. P. Didierlaurent ha revivido la historia del Príncipe Azul y Cenicienta, en unos términos de realidad actual, sin ninguna aportación mágica. La riqueza interior de los protagonistas, su aceptación de las circunstancias en que les ha tocado vivir, es lo que les permite hacer frente a un trabajo poco grato y mal remunerado y a una situación de soledad y carencias afectivas típica de las grandes ciudades. El entorno que rodea a los personajes se describe con una ingeniosa mezcla de humor negro y ternura que resulta sumamente expresiva. Ambientación, perfil humano de los personajes y forma estilística revelan en este autor novel unas cualidades de originalidad creativa dignas de tenerse en cuenta, lo mismo que su habilidad técnica para dotar de vigor y dinamismo a la trama.

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