EL LEGADO

Relato cuya acción, centrada en la historia de tres generaciones de dos aristocráticas familias del norte de Alemania, transcurre desde mediados del siglo XIX a comienzos del XX. La autora nacida Sybille von Schoenebeck, (1911-2006) hija de un aristócrata alemán y madre alemana de origen judío, se inspiró en su propia vida para ambientar esta novela de fondo parcialmente autobiográfico. Casada por conveniencia con un oficial del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial, se divorció de su marido, homosexual notorio y se trasladó a Estados Unidos con la ayuda del escritor inglés Aldous Huxley, cuya biografía escribió posteriormente.
La obra, publicada en 1956 y considerada la mejor de la autora, revela en su factura claras influencias de fondo y forma de la novelista inglesa Ivy Compton-Burnett, a quien ella misma se refiere en el prólogo. Al estilo de esta, la trama argumental se desarrolla casi exclusivamente a través de extensos diálogos donde los personajes contrastan sus distintos puntos de vista sobre los acontecimientos que afectan a sus dos familias, emparentadas por matrimonio y ambas, a su vez, con una familia de judíos adinerados. A lo largo de los años, los diversos personajes, en particular los varones, ven como se deteriora su patrimonio debido a su falta de interés en trabajar para conservarlo. Casarse con ricas herederas suele ser el modo más frecuente de conservar una forma de vida, dedicada al ocio, los viajes y en algunos casos, al juego. Mientras el mundo evoluciona hacia actitudes muy diferentes a las suyas, se obstinan en no percibir dichos cambios y buscar soluciones acomodaticias ya que no parecen dispuestos a ganarse el sustento. Como testimonio de una época, la novela resulta de interés, al incorporar personajes judíos, católicos y luteranos, representantes del tejido religioso del segundo imperio alemán. Intervienen también figuras que representan a la alta burguesía, a militares prusianos y aristócratas empobrecidos por su falta de interés en conservar y acrecentar unos bienes materiales considerados como elementos clave de aquella sociedad. El amplio muestrario de personajes que encarnan una gran variedad deformas de pensar, sentir y creer, se describe, desde el punto de vista novelístico, con notable perspicacia tanto en su perfil humano individual como en el complejo entramado de las relaciones que los vinculan entre sí. Este entorno de diversas posiciones ideológicas sociales y religiosas se resuelve en un planteamiento vital relativista y moralmente permisivo, expuesto con discreción formal.

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