EL LIBERALISMO Y SUS DESENCANTADOS
CÓMO DEFENDER Y SALVAGUARDAR NUESTRAS DEMOCRACIAS LIBERALES
Francis Fukuyama19,95 €
- Editorial: DEUSTO
- Año de edición: 2022
- Materia: Política. Generalidades
- ISBN: 978-84-234-3401-5
- Páginas: 176
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Deusto
- Idioma: Español
19,95 €
Añadir a mi cestaConsigue 1,00 puntos TROA
19,95 €
Consigue 1,00 puntos TROA
Uno no sabe si Fukuyama, tras su conocida tesis sobre el final de la historia, ha escrito sobre algún tema diverso o si sus libros, en realidad, no son más que postscriptum a aquel en el que declaraba que el telón se había bajado definitivamente. Este último ensayo es, pues, un poco más de lo mismo: en apenas un poco más de un centenar de páginas, el politólogo estadounidense sale a la palestra para defender, en el contexto de creciente populismo y descontento, la quebrada suerte de las democracias liberales.
Hace tiempo que el pensador se dedica a explicar que su tesis de los noventa se ha malinterpretado. Y es posible. En este ensayo vuelve a explicarse. Lo más sugerente del libro es que pone el foco tanto sobre el populismo de derechas -Trump o Salvini- pero también reparte estopa contra el identitarismo woke. El liberalismo -el bueno- sustenta un discurso que no pone de relieve la diferencia cultural, sino la igualdad de todos ante la ley. Desde este punto de vista, es interesante que Fukuyama denuncie la impostura de la política posmoderna y cómo el vaciamiento de valores al que conduce puede resultar peligroso para defender nuestro sistema. O, lo que es lo mismo, nuestros derechos y valores.
Eso no significa que el autor piense que el liberalismo es una doctrina intachable. Como afirma en otros ensayos, tiene muchos fallos y patologías. Pero, a diferencia de sus alternativas, lo que hace superior nuestro sistema es que se basa en la propia creatividad y capacidad de adaptación del ser humano. Como el ser humano, el liberalismo aprende de sus errores y es capaz de revertir las deficiencias.
El ensayo hace una buena radiografía de los enemigos que se levantan en contra de la democracia liberal y explica por qué hay que seguir defendiendo un sistema que no es el mejor, pero sí -como sabemos- el menos malo de los posibles. Quizá se extralimita en el momento de enjuiciar a la derecha populista, pero lo que pretende es hacer un llamamiento a la moderación y a la tranquilidad en la esfera pública.
TROA
Añadir a mis favoritos
Compartir