EL LUGAR SIN CULPA

Una isla pequeña, casi deshabitada, cuyo nombre no se menciona pero que cabría identificar como Cabrera, en el archipiélago balear, es el lugar donde se refugian los protagonistas de esta novela para curar las heridas afectivas que les aquejan. Una bióloga, un arqueólogo y un oficial del ejército son quienes centran el desarrollo argumental de una historia de dramas familiares y profesionales tan dolorosos que quienes los viven necesitan hacer una pausa en su existencia para poder enfrentarse a ellos.
La obra está formalmente bien elaborada, como es propio de un autor veterano que ya ha demostrado sobrado dominio de la técnica narrativa y de poseer un estilo elegante, caracterizado por el tono poético de sus frases y lo selecto del vocabulario. La acción plantea situaciones vacías de contenido, meramente cotidianas y rutinarias, y el suceso llegado del exterior, que se pretende como revulsivo es un mero recurso para poner fin, más que desenlace, a una trama leve y superficial a la que dan vida unos seres humanos que sólo parecen vivir de sentimientos e impulsos momentáneos y que carecen de un sentido profundo de la existencia. La obra fue Premio de Narrativa Gonzalo Torrente Ballester 2006.

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