EL MAPA DE LOS AFECTOS

Novela que ha obtenido el Premio Nadal 2020. La autora, Ana Merino (Madrid, 1971), es profesora de Escritura Creativa en Estados Unidos y cuenta con una sólida trayectoria como poeta (consiguió el Premio Adonáis en 1994). El mapa de los afectos es su primera novela.
En una entrevista, la autora, entre otros autores y lecturas, destaca la influencia de la Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, obra coral de 1914 que reconstruye a través de epitafios la vida de más de doscientos personajes de Spoon River, paraje inventado por el autor. El mapa de los afectos tiene una composición bastante más sencilla, pero el objetivo es también reconstruir desde una perspectiva coral la vida de un conjunto de personajes de la Iowa rural, aunque a veces se amplía el campo de acción a España y a otros lugares de Norteamérica. Pero el argumento no se centra de manera exclusiva en un protagonista sino que los personajes se suceden y se pasan el testigo, aunque muchos comparten el mismo ambiente y hasta la misma familia.
En un momento de la novela, la autora destaca la que para ella es su hilo conductor: “la gente buena tiene un don para irradiar cariño, para producir campos de fuerza donde poder cobijar a los demás, y en parte gracias a esas personas y a la constancia de sus gestos amables, la humanidad todavía no se ha extinguido”. Es cierto que a lo largo de la novela aparecen personajes entrañables, sacrificados, que contribuyen con su actitud vitalista y optimista a mejorar lo que tienen a su alrededor, que no es precisamente fácil. Esto es verdad. Pero también lo es que la autora, para dotar a su novela de algo más intriga y de historias con un poco más contundencia, escora las tramas secundarias hacia los ingredientes dramáticos. Algunos personajes corrientes se ven envueltos en historias infernales y en desgracias imprevistas que determinan sus vidas y que no saben muchas veces cómo encajar. La autora siente predilección por estas víctimas, por los perdedores absolutos, “los que se hunden y son plenamente conscientes de la derrota y su trazo circular”. En su afán de enlazar las historias y dotarlas de originalidad narrativa, a veces la autora se deja arrastrar por casualidades fáciles y un tanto simples.
Maneja la autora un estilo sencillo y muy humano, en ocasiones poético, de gran eficacia estilística y muy acorde con el interior de los personajes y la calidez de las historias que ha seleccionado. La lectura resulta agradable por la gran cantidad de personajes que luchan por salir adelante, a veces en medio de muchas dificultades. Con ellos, la autora intenta mostrar las luces y las sombras de la vida, casi siempre con esperanza.

TROA