EL MUNDO SEGÚN CHINA

La profesora Economy es una experta en relaciones internacionales que ha trabajado para prestigiosas instituciones académicas anglosajonas. También ha sido asesora principal en el Departamento de Comercio de los Estados Unidos de América bajo el mandato de Biden. Ha publicado estudios académicos sobre el mundo asiático y en particular de China. Escribe ahora esta nueva contribución sobre el gigante de Asia.
La obra estudia las principales características y actitudes del régimen chino, un Estado autoritario que tiene en la mano la posibilidad de intentar ejercer la hegemonía que hasta ahora ha venido siendo cosa cuasi unilateral del gigante norteamericano. Los indicadores en los que se basa la autora son elocuentes, a su parecer. Por un lado, la economía china superará la estadounidense en el lapso de una década, en el peor de los casos. Por otro lado, la población china cuadruplica la de Estados Unidos. Su poder militar, hasta hace relativamente poco a años luz del poder militar norteamericano, se ha ido equilibrando con el paso del tiempo y unas decididas políticas públicas orientadas intencionadamente a hacerle sombra. Dicho en otros términos, la autora argumenta que la diferencia militar entre ambas potencias se reduce a marchas forzadas. La clase política, una aristocracia política proveniente del Partido Comunista chino con Xi Jinping a la cabeza, se ha mostrado más que dispuesta a intensificar tales indicadores con tal de presentarse al mundo como la alternativa. Las inversiones en infraestructuras a lo largo y ancho del mundo siguen siendo, hoy, una constante con la que China gana influencia y poder.
No obstante, la obra no deja en penumbra las dificultades a las que se enfrenta el régimen chino. Su sistema político es más que autoritario, de lo que se sigue una táctica de puñetazo en la mesa difícilmente compatible con un viraje hacia terrenos demoliberales (donde, por lo demás, no parecen querer estar). En este sentido, China no abjura de un eventual uso de la fuerza en aras de conseguir una mejor posición internacional. Ni el mundo occidental ni Estados Unidos deberían permitir, a juicio de la autora, que tales deseos de poder se concreten. La manera que juzga preferente es entablar un auténtico multilateralismo entre todos los países occidentales, basado a su vez en los valores que la democracia liberal protege.
La obra es de lectura sencilla y amena, con ejemplos reales de diferentes situaciones que nos ayudan a entender, en toda su complejidad, cuáles son las principales estrategias que China despliega en los frentes que considera importantes a lo largo y ancho del mundo. Libro necesario, que se lee entre la preocupación por la situación que describe y la esperanza por intentar plantar cara para que esta no se concrete.

TROA