EL OTOÑO DE LA EDAD MEDIA

La obra, aparecida en 1923, presenta, a base de fuentes literarias y artísticas, el panorama del tránsito de la Edad Media al Renacimiento, de la sociedad feudal y caballeresca a la sociedad estamental y capitalista, en el ámbito del ducado de Borgoña y de Francia.
El autor se propone perfilar los caracteres propiamente medievales, poner al lector frente a la vida diaria, los esquemas mentales, los horizontes y la escala de valores que movían entonces a los hombres. A través de crónicas y literatura de la época, estudia la forma de vida y del espíritu durante los siglos XIV y XV, para desvelar el ambiente y los ideales de ese período: sentido de la justicia y de la venganza, idea de la muerte, formas del trato amoroso, sensibilidad artística. Como no pretende ser un manual de historia, prescinde de la cronología y de la narración de hechos concretos, pero logra plasmar acertadamente el lento declive de las formas culturales del medievo, paralelas a la eclosión del humanismo renacentista. En conjunto, la obra supone una magistral inmersión en la mentalidad de la época estudiada.
El historiador holandés analiza el sustrato filosófico sin ocultar su antipatía por el realismo y la casuística escolástica. Dedica especial atención al espíritu religioso, estudiado con ecuanimidad y respeto, si bien incurre en ciertos desenfoques al enjuiciar la postura de la Iglesia de un modo puramente accidental, y al trazar con ligereza irónica la tendencia medieval a sacralizar ciertos valores humanos. Se advierte así mismo su inclinación a buscar una dimensión erótica en el tratamiento de algunos temas.

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