- Editorial: ALIANZA
- Año de edición: 2020
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-9181-773-4
- Páginas: 336
- Encuadernación: Rústica
- Colección: 13/20
- Idioma: Español
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Novela narrada en primera persona por un joven novicio de un templo budista japonés: El pabellón de oro, bello edificio de dicho templo que forma parte de dicho templo, se convirtió en su mente compleja y obsesionada, en una fijación tan fuerte que le conduce al deseo de destruirlo, provocando un incendio. El autor, que nació en Tokio en 1925 y se suicidó en la misma ciudad en 1970, publicó esta obra en 1956.
La trayectoria vital del protagonista, aunque resulte extraña para un lector occidental, está narrada con una excelente capacidad de penetración psicológica, a partir del complejo de inferioridad que le causa su tartamudez. El autor se adentra audazmente en su mundo interior, atormentado y frío a la vez, vacío de afectos e invadido por una enfermiza sensibilidad ante la belleza y por un afán de autodestrucción. Mishima, formado sobre las bases de la literatura japonesa tradicional, no acepta las influencias europeas ni en lo que atañe a sus personajes, aunque aquí la acción se refiera ya a la época de la segunda guerra mundial, ni por lo que se refiere al estilo, preocupado por la perfección formal dentro de unos cánones poéticos y expresivos muy estrictos. Partiendo de estas características, la obra se muestra como ejemplo logrado e interesante de uno de los mejores escritores de su país en la etapa de mediados de siglo, pero su lectura produce un efecto más sorprendente que grato y exige mucha capacidad de comprensión y adaptación, sin que por ello llegue a resultar amena.
La espiritualidad Zen que impregna la mentalidad del personaje central, más su carencia de familia y su aguda conciencia de torpeza física, hacen de él un ser solitario, amargado, violento y rencoroso, próximo a un odio irracional. El desprecio hacia los demás y el deseo de la propia aniquilación le llevan a huir del templo, a dejar sus estudios, a buscar hundirse en la corrupción moral y, finalmente, a pensar en el suicidio. Sin embargo la quema del Pabellón de oro, le produce un efecto liberador y le devuelve el deseo de vivir. El desarrollo narrativo de este proceso da lugar a escenas de fondo inmoral, sin descripciones, pero muy expresivas de una concepción vital deprimente por desesperanzadora y exclusivamente humana.
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