EL PÁRROCO DE VEJLBY

Con una cuidada edición se presenta por vez primera en castellano El párroco de Vejlby, una de las primeras obras de la literatura danesa. Se trata de un breve relato escrito en 1829, que se ha considerado el germen del género policiaco. Mark Twain en Tom Sawyer detective (1896) escribió una historia tan parecida que se le acusó de un plagio que Twain negó. Todo ello lo glosa la traductora en un interesante prólogo.
El pastor protestante danés Steen Steensen Blicher (1782-1848) fue escritor y poeta del romanticismo. Un hombre culto que tradujo a Walter Scott y fue admirado por los grandes escritores daneses, como Andersen y Kierkegaard. No tuvo una vida fácil; necesitó escribir folletines para poder alimentar a sus once hijos, más uno adoptivo y tres sobrinos a su cargo; y además tuvo que romper con su mujer porque le era infiel.
La novela narra una historia, al parecer basada en hechos reales, que cuenta en primera persona el mismo párroco. Escribe con un estilo muy personal, enérgico y vibrante, con fuerza expresiva. Su escrito nos introduce en el ambiente rural danés de la época y en su modo de vida. Pero junto a los detalle costumbristas, destaca en Blitcher su modo de reflejar la vertiente psicológica de los protagonistas, sus motivaciones y sus reacciones ante los sucesos que se relatan.
Comienza el párroco exponiendo su interés por concertar su propia boda, en la que destacan los aspectos prácticos sobre un enamoramiento que tomará forma al avanzar el relato. El párroco ha sido nombrado juez y uno de los primeros asuntos sobre los que tiene que dirimir afecta al padre de su prometida, Soren Quist, acusado de asesinato. Un caso marcadamente complicado para el nuevo juez, máxime cuando todo hace aparecer como culpable a su futuro suegro.
Este es el nudo argumental de una trama que Blicher resuelve con acierto, como lo harán después los maestros del género policiaco. Proporciona al lector los datos existentes y las declaraciones de los vecinos sobre el crimen, hasta llegar al juicio, al veredicto y a un final sorprendente. Tras el “Diario del juez de partido Erik Sorensen” el libro recoge las “Notas del párroco de Also”, que había sido confesor de Soren Quist. Estas notas aclaran finalmente lo sucedido.

Carmen Juste