EL PERFECCIONISTA EN LA COCINA

El autor, perteneciente a la primera generación masculina occidental que se ha adentrado en la cocina de su vivienda para preparar comida con cierta asiduidad, narra en esta obra su experiencia al respecto. Barnes escribe esta especie de autobiografía culinaria como si se tratara de una expedición a lejanas e ignotas tierras. En tono divertido, con genuino humor británico, describe sus incursiones, a las que acude pertrechado de todo tipo de libros, recetas, utensilios y provisiones, y con decidida voluntad de éxito a través del esfuerzo por lograr la perfección. La obra demuestra que cualquier tema es bueno si quien escribe tienen el ingenio necesario para afrontarlo, y también la versatilidad de un autor que disecciona con total seriedad literaria la psicología del cocinero aficionado, sobre todo la del género masculino. La epopeya, modesta pero no exenta de grandeza, que supone la confección de un buen menú y la grandeza de ánimo que requiere aceptar una receta frustrada entretendrán amablemente al lector, sobre todo si se siente identificado con las experiencias narradas. Aunque así no sea, siempre podrá disfrutar de unas páginas testimoniales de unas realidades muy actuales, inteligentes y escritas con muy buen estilo.

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