EL PINTOR DE FLANDES

Novela de fondo histórico ambientada en Madrid en la primera mitad del siglo XVII, que narra el enfrentamiento político entre el conde de Olivares y el de Villamediana. Este último ha urdido una intriga para deshacerse de su rival, consiguiendo el favor del rey, Felipe IV, y el de la reina, Isabel de Borbón. Pieza clave de sus manejos es Paul, un joven pintor, hermano adoptivo de Anton Van Dyck, que es en quien se centra la acción.
Esta primera novela de su autora (Prat de Llobregat, 1963), doctora en Filología Hispánica, llama la atención por la madurez con que la ha planteado, escrito y resuelto. Su estilo, de formas expresivas vigorosas y bastante minucioso en las descripciones, está cuidado, y no incurre en el error de intentar reproducir el lenguaje de entonces; perfila los personajes con trazos correctos, aunque sin profundidad; los saltos temporales con que cuenta su historia -en el momento en que se producen y cuando son evocados por el protagonista, muchos años despuésestán bien ensamblados.Se advierte, además, su esfuerzo por documentar lo mejor posible el relato, con numerosos detalles costumbristas que dan vivacidad a las escenas. Sin embargo, parece reparar sólo en los aspectos negativos de la vida en el Madrid de la época, en los que insiste siempre que tiene ocasión, tanto en el plano material -una ciudad fea y suciacomo en el moral -una corrupción en todo tipo de personas y a todos los niveles-. La autora incluye, con detenimiento, varias escenas que reflejan una permisividad sexual sin límites.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa