EL PRIMER SIGLO DESPUÉS DE BÉATRICE

Novela ambientada en las primeras décadas del siglo XXI que narra cómo la difusión de un fármaco que permite elegir a los padres el sexo de sus hijos produce un desequilibrio a favor de los varones con el que prolifera la violencia y peligra la supervivencia de la especie.
Resulta una novela entretenida e inquietante que se lee con avidez. Pisa el umbral de la ciencia-ficción, pero dentro de unas razonadas hipótesis sumamente próximas a lo que ya estamos viviendo.Los personajes aparecen bien perfilados. Una cierta veta de ironía y una contenida dosis de ternura en el protagonista humanizan un relato que podría haber sido una árida enumeración de conflictos descarnados. El desenlace deja flotando el interrogante, pero se apunta un resquicio de esperanza. En conjunto, es una buena novela que provoca la reflexión y que, dada su riqueza de contenidos, ofrece varios niveles de lectura.
La obra plantea un tema candente resuelto adecuadamente. Resulta oportuna y lúcida la denuncia que encierra su mensaje: la natalidad selectiva constituye un agravio a las leyes de la naturaleza del que ésta se venga tarde o temprano. De soslayo, se refuta también el uso insensato de los adelantos científicos al servicio de causas viles. Se defienden unos principios éticos, aunque difusos, como condición previa a la experimentación de avances genéticos.Junto a ello la novela recoge conductas irregulares y alusiones despectivas hacia el matrimonio.

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