EL SECRETO DE BLACK RABBIT HALL

Eve Chase, escritora inglesa, confiesa haber querido escribir siempre sobre la complejidad familiar y su supervivencia gracias a los lazos invisibles enraizados, a pesar de todo, en el amor. Esto, junto a su admiración por las seculares casonas inglesas que llevan a pensar en secretos emocionantes y ocultos tras sus muros, quizá inconfesables, ha llevado a Chase a imaginar la historia que se desarrolla en Black Rabbitt Hall, su primera novela.
La familia Alton pivota sobre el carácter afable, abierto y sencillo de la madre. La devoción que le profesa su esposo y el amor de sus cuatro hijos hacen que la vida sea armoniosa, algo maravilloso, a pesar del desorden material que reina en la casa. Las vacaciones en Black Rabitt Hall son salvajemente deliciosas consiguiendo que todos olviden el ajetreo londinense. Pero, en un desafortunado accidente al caer del caballo, esa mujer, centro del universo familiar, muere dejando tras de sí la desolación en el espíritu de todos. Un giro radical tendrá lugar en sus vidas. Treinta años después aparece en esa misma casa Lorna, que con su novio Jon busca un lugar idílico para celebrar su boda. Hay un algo misterioso en la casa que atrae a la joven, algún tipo de secreto que podría poner patas arriba su propia existencia.
Eve Chase consigue armonizar la historia de las dos protagonistas separadas en el tiempo manteniendo la tensión a lo largo de la trama. El misterio que plantea está elaborado con sutileza intentando no dejar cabos sueltos.
La evolución de cada uno de los personajes es correcta disponiéndoles hacia el amor, la apertura a la vida y la unidad familiar.
Una historia que, en definitiva, resulta muy agradable de leer.

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