EL SUSURRADOR

Donato Carrisi (Italia, 1973) publica un nuevo thriller psicológico que se sitúa en la misma línea de sus anteriores novelas. En este caso, cuenta la historia de un asesino en serie que hace aparición con el descubrimiento de seis brazos de niñas enterrados y que todas habían sido secuestradas. Como se había denunciado su desaparición, se conoce el nombre de todas las víctimas, menos de una, lo que alimenta la presunción de que puede estar viva.
De la investigación de las muertes y sobre todo de encontrar a la sexta niña se ocupa un reducido grupo de policías, más un criminólogo, pero se añade la agente Mila Vásquez, especialista en personas desaparecidas.
Una vez que se han dibujado los escenarios y se ha presentado a los personajes principales, comienza la acción, que es imparable ya que se va complicando y aparecen nuevos casos según avanza la investigación. Todo lo sucedido se enmarca dentro de patologías psiquiátricas y Donato Carrisi, el autor, a lo largo de sus páginas, intercala datos de distintos tipos de desórdenes y patologías. De hecho, en la Nota final de la novela menciona el análisis y estudio que ha tenido que hacer de textos de medicina legal, criminología y psiquiatría forense para escribir la novela.
El tema fundamental que se perfila poco a poco es el del “susurrador”, es decir, la persona que es capaz de influir en otros individuos o en grupos para que cometan delitos y asesinatos y que difícilmente podrá ser acusado en un tribunal, ya que no llega a la categoría de instigador; son personas que “sugieren”, sin más, como refleja el titulo original de la novela.
La novela está inspirada en hechos reales, aunque se hayan cambiado algunos datos y nunca se cite ciudad o lugar alguno. Carrisi consigue mantener la atención en todo momento y aunque puede parecer excesivamente larga, se debe a la descripción de los métodos de investigación y las técnicas psiquiátricas, necesarias para dar verosimilitud a la novela.

Alberto Portolés