EL TERCER PAÍS

Tras el éxito de La hija de la española, la escritora venezolana Karina Sainz Borgo (Caracas, 1982) publica su segunda novela titulada El tercer país. Una historia sobre la compasión que se desarrolla en Centroamérica protagonizada por dos mujeres fuertes y que trata temas lacerantes como la inmigración, el desarraigo o la muerte. Angustias Romero huye de la peste y llega a Mezquite junto con su marido y sus dos bebés enfermos pero en el camino los niños mueren. A partir de ese instante, el único objetivo de Angustias es sepultarlos y recorre muchos kilómetros hasta encontrar a Visitación Salazar, una mujer negra famosa en la zona, que ríe, baila y recita frases del evangelio a su estilo; también regenta el llamado Tercer país, un cementerio situado en la frontera donde todos los que han perdido a alguien quieren enterrarlo a cambio de nada. El tercer país, metafóricamente, también puede ser el límite entre los vivos y los muertos o incluso la frontera entre realidad y ficción. Angustias ha perdido la fe en todo, incluso en Dios, y solo le importa estar cerca de sus hijos a los que ama con ternura. La autora describe un país desolado donde habitan gentes para las que todo es incierto, una inseguridad mezclada con el polvo de una tierra inhóspita. La trama adopta cierto tono elegíaco y se engarza con relatos tangenciales, breves historias, la mayoría dolorosas, en un entorno hostil de gente sin piedad hacia sus semejantes, donde se infringe la ley y la violencia de mafiosos o bandas criminales está a la vuelta de la esquina. Como contrapunto está el perfil de dos mujeres decididas a todo, Visitación y Angustias, muy distintas pero unidas en la amistad por un objetivo común. La muerte es un tema omnipresente en esta potente novela que recoge ciertos ecos del realismo mágico. La prosa seca y directa de Karina Saiz Borgo logra una gran fuerza expresiva y belleza, que interpela al lector. El tercer país reúne elementos de tragedia, wéstern e incluso de thriller donde asoman apuntes de dureza o abuso hacia el débil y de injusticia social pero ante todo es un canto a los lazos de amistad y solidaridad. Una apuesta valiente.

TROA