EL VASO DE PLATA

El libro recorre distintas escenas, sin relación cronológica, de la adolescencia y primera juventud de un chico, que se pueden considerar como hitos de su vida o como un diario o un álbum fotográfico -literario. Los títulos que hacen referencia a las obras de misericordia cristianas guardan cierta relación con el contenido, en el que no se menciona en ningún sentido la más leve referencia a la religión o a la moral.
Se trata de un relato literario con reglas poco habituales, precisamente por carecer de la estructura frecuente y abundante de tantas novelas. Las escenas de la vida de este adolescente se narran como breves cuentos situados en los comienzos del XX, con cierto gusto por la vida sosegada, por la costumbre de hacer viajes lentos todo el verano, con la vida que se hace en una amplia casa con jardín, con profesoras de solfeo y piano: es decir, un ambiente costumbrista, tranquilo, con sucesos pequeños de la vida familiar y doméstica, que tienen el atractivo literario de la facilidad y la fluidez y del simbolismo que cada quién quiera encontrarle. En el prólogo, Martínez de Pisón magnifica este libro y lo compara con "El guardián en el centeno". Es lógico que un prólogo sea laudatorio, pero lo que el lector medio encontrará es un libro aparentemente sencillo pero profundo, como pequeñas historias que cualquiera ha podido vivir, pero escritas con un arte que consigue que resuenen en la memoria y conviertan lo doméstico en buena literatura sin necesidad de aspavientos ni fórmulas posmodernas.

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