EL VIAJE DE DON QUIJOTE

Julio Llamazares en su libro titulado El viaje de Don Quijote reúne treinta crónicas publicadas en El País en 2015, acompañadas por ilustraciones de Jesús Cisneros y prologadas por Jean Canavaggio, prestigioso cervantista. El autor rememora la ruta que en 1905 hiciera Azorín por la Mancha para visitar algunos de los lugares elegidos por Cervantes y a partir de ahí, escribe sus impresiones mientras camina por las huellas de D. Quijote y Sancho Panza. Un viaje que arranca en el Convento de las Trinitarias de Madrid y recorre sitios emblemáticos como Puerto Lápice, las lagunas de Ruidera, El Toboso, Tomelloso, Criptana, el campo de Calatrava, el castillo de Perola o los Monegros hasta terminar en la playa de Barcelona y asistir a la muerte de Alonso Quijano.
Llamazares enlaza la contemplación de paisajes cervantinos con pasajes del Quijote, conversaciones con lugareños y reflexiones personales. A lo largo de estas páginas desfilan Dulcinea, los gigantes, las casas de postas, las mil ovejas, los bandoleros catalanes, caminos, ventas o el discurso acerca de la libertad. Se trata de un singular libro de viajes de interesantísimo contenido escrito con la riqueza prosística que caracteriza al autor. Su narración es variada, alterna la emoción y los pasajes literarios con el humor y la amenidad de simpáticas anécdotas. El escritor andante describe los diversos lugares por los que pasa detectando tanto las huellas del ayer como las transformaciones del hoy con gran contraste en ocasiones como pueblos donde aún recuerdan al Quijote y otros que lo olvidaron. El resultado es una inmersión en la geografía quijotesca en la que el lector siente también que va de camino. La estructura en breves capítulos y la cuidada edición hace aun más grata su lectura.

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