- Editorial: ALMUZARA
- Año de edición: 2017
- Materia: Géneros periodísticos
- ISBN: 978-84-16776-35-1
- Páginas: 312
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Sociedad Actual
- Idioma: Español
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El poeta y novelista andaluz Alejandro López Andrada (Villanueva del Duque, Córdoba, 1957) presenta en El viento derruido una crónica de su tierra natal como homenaje a los hombres y mujeres que representan los últimos vestigios de la una cultura rural a punto de desaparecer.
López Andrada señala, en primer lugar, los márgenes geográficos de la región, situada en el cruce de Andalucía, Extremadura y La Mancha, dedicada al pastoreo, la agricultura, ganadería, además de las explotaciones mineras, cerradas a partir de la década de 1960 del siglo pasado. A través del relato que trasmiten los ancianos supervivientes, todavía afincados en los pueblos semidespoblados de la zona, se reconstruyen viejas costumbres y tradiciones populares ya perdidas que en tiempos rodearon sus vidas, en el trabajo, la familia, las relaciones sociales o festividades religiosas. Durante el año los oficios variaban según las estaciones. El trigo, la aceituna, los pastos, extraer la cal, producir los carbones y el picón de las encinas, tallar el granito o hacer la matanza, eran labores comunes que, en mayor o menor grado, todos desde niños, aprendían de los mayores y más tarde transmitían a sus hijos.
La cadena se interrumpe, debido a los cambios radicales derivados del desarrollo de la economía, la industria y el comercio, ocurridos en la segunda mitad del siglo XX. En busca de mejores perspectivas los campesinos abandonaron sus tierras para no volver más que de forma eventual o pasajera. El panorama actual resulta desolador: las viviendas, antiguamente llenas de vida, se reducen a escombros, los huertos se pierden invadidos por la maleza, los caminos se ciegan y el gas butano substituye al carbón de encina. López Andrada utiliza en su obra el doble recurso literario de presentar, de un lado, una visión poetizada del idílico mundo rural perdido, y de otro, la transcripción literal de los testimonios que facilitan los entrevistados. De sus palabras se deducen las duras condiciones de vida que conocieron en su infancia y juventud en las zonas rurales del sur de España. Con frecuencia las rudas versiones de los hechos que ofrecen los campesinos apenas coinciden con las referencias líricas y alambicadas expresiones sentimentales del autor que pretende aplicar un lenguaje poético a problemas de naturaleza social y económica. Se observa igualmente el propósito de politizar las referencias a los años de la postguerra Civil española, que aparecen reflejados con tintes demagógicos y exageradas críticas. Sin datos contrastados se atribuyen a las autoridades del régimen, civiles y de seguridad, actos violentos y una persecución sañuda contra los campesinos muertos de hambre y sometidos a torturas físicas y morales. Las críticas se vuelven encendidas alabanzas a partir de la llegada al poder del partido socialista que, a través de sus representantes de la Junta de Andalucía, ha devuelto, según el autor, las libertades, la prosperidad y la justicia social de las que la región había sido privada durante los siglos anteriores.
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