EL VIOLÍN DE MEDIANOCHE

El padre de Andrei es un inmigrante ucraniano que reside en España como ilegal, y que ha fracasado en sus intentos de encontrar trabajo. El niño sueña con poder ir al conservatorio ya que con once años, es un violinista de una gran brillantez interpretativa. Sin embargo, en su actual situación, eso es imposible, más aún cuando, mientras su padre vuelve a Ucrania a buscar al resto de la familia, a él lo expulsan de su alojamiento por no poder pagar el alquiler. La obra narra como Andrei se consuela tocando en un parque, donde vive y duerme y cómo su fama de músico crece poco a poco, llamando incluso la atención de un prestigioso profesor. El autor destaca las alegrías que la música pueda producir y la tenacidad del pequeño artista que sigue tocando el violín con hambre, sin casa, sin familia, movido siempre por el sueño de llegar a ser un interprete de fama mundial. La obra está bien escrita y transmite con acierto el mensaje de la importancia de interesarse en el mundo de la música aunque sea solamente como aficionado si no se poseen las cualidades artísticas del protagonista.

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