ELIZABETH Y SU JARDÍN ALEMÁN

La obra, publicada de forma anónima en 1898, narra la felicidad que experimenta la autora al cuidar y disfrutar del jardín de la propiedad familiar de su primer marido, conde von Arnim, en los campos de Pomerania, próximos al Báltico, que entonces formaban parte de Alemania.
Nacida en Sidney en 1866 y educada en Inglaterra, esta escritora australiana es el prototipo de la mujer cultivada de su época. En este primer libro impreso describe la vida de una aristócrata, de mente relativamente abierta para aquellos momentos, que rechaza la ociosidad de los salones urbanos prefiriendo la sencillez del contacto con la naturaleza y la soledad de una gran finca rural, para repartir su tiempo entre la lectura y la dirección de los trabajos de jardinería. Sus circunstancias y actitudes resultan muy remotas respecto al momento presente, pero permanecen vivas las inquietudes espirituales que expresa, las críticas sobre la situación social de la mujer y las observaciones agudas e irónicas, muy anglosajonas, que dedica a la mentalidad germánica de su marido y de los vecinos. Bien escrita, ágil e ingeniosa, la obra se lee con facilidad y agrado por el tono amable y elegante de sus páginas, evocadoras de un modo placentero y grato de disfrutar del curso de los días.

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