EN EL PUNTO DE MIRA

El ex juez y magistrado Baltasar Garzón (Torres, Jaén,1955) expone en forma de autobiografía los episodios más destacados de su vida profesional en los diversos destinos desempeñados en la Audiencia Nacional y en los gobiernos del presidente Felipe González. La obra finaliza en el año 2012 con la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo que le inhabilitaba para el ejercicio de sus funciones durante 11 años por un delito de prevaricación.
Garzón reproduce con detalles minuciosos y sin escatimar alabanzas los méritos que se atribuye durante las operaciones contra el tráfico de drogas, el terrorismo de ETA, el caso de los GAL, la corrupción de los políticos y la defensa de los derechos humanos en Chile, Argentina y la España de Franco. En todo momento aparece como ejemplo de integridad frente a las presiones de los políticos y de los sectores de la sociedad española que, supuestamente, atentan desde las sombras contra las libertades democráticas del pueblo. Se siente víctima de una conjura de partidos políticos instituciones dispuestas a impedir su tarea de regeneración nacional que, en su opinión, exige la sociedad española. Para demostrar la injusticia de los argumentos utilizados en su contra por los demandantes, describe sus actuaciones en la persecución de los delitos que afectaban a figuras destacadas de la política a las que logró inculpar y condenar a pesar del acoso de sus detractores. Oculta o disfraza, en cambio, los errores cometidos en la formulación de atestados que fueron rechazados por los magistrados, así como de ordenar escuchas telefónicas ilegales en contra los derechos de los imputados. Baltasar Garzón realiza una eficaz labor autodefensiva al rebatir las acusaciones manejadas durante los procesos a los que fue sometido en los meses anteriores a su condena y que fueron rechazadas reiteradamente en los tribunales por su inconsistencia o falsedad. Denuncia con dureza a políticos, jueces o periodistas que contribuyeron a desprestigiarle por temor a que sus prácticas fraudulentas quedaran al descubierto debido a su incansable labor en favor de la justicia. En consecuencia, la condena del Tribunal Supremo que habría sido el resultado de una conjura donde participaron miembros del poder judicial y representantes de partidos e instituciones incluida la Iglesia Católica. El estilo, polémico y mordaz en sus expresiones contra personas concretas, responde a la trayectoria conflictiva mostrada por el autor en los diversos cometidos desempeñados a lo largo de su vida profesional.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa