- Editorial: PÁGINA INDÓMITA
- Año de edición: 2022
- Materia: Ensayos
- ISBN: 978-84-123847-7-2
- Páginas: 112
- Encuadernación: Rústica
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
14,50 €
Añadir a mi cestaConsigue 0,73 puntos TROA
14,50 €
Consigue 0,73 puntos TROA
El libro nos ofrece la posibilidad de conocer al Orwell ensayista, su fuerte personalidad y su original crítica a la literatura en lengua inglesa de la primera mitad de siglo y su relación con el contexto ideológico e histórico.
El breve ensayo parte de la comparación de Trópico de Cáncer, de Henry Miller, con la literatura en inglés de los años veinte y treinta, para terminar apuntando a la de los años posteriores a los cuarenta. Dos líneas centran su opinión: cierto pesimismo, porque entiende el progreso como destructivo para la persona, y el valor de la literatura en cuanto reflejo del ser humano corriente.
¿Por qué Miller? Porque no tiene pretensiones, no quiere adoctrinar y solo muestra la pasividad del hombre de la calle (aunque en su caso, más que los trabajadores o burgueses, sea la bohemia parisina marginal) y su aceptación del destino. Destaca en la obra de este y en la de Joyce cómo logran reflejar a los seres reales con materiales reales, sin literaturizar, con el mismo lenguaje que se oye en la calle, por lo que el lector se encuentra inmerso en una realidad que le es familiar. Insiste en la idea de que es una literatura válida porque no es literatura ideológica, aburrida, donde se nos dice qué debemos pensar.
En la década de los treinta, cambia el signo y vuelve la literatura con propósito. Si en los años veinte se daba importancia a la forma, ahora insisten en el fondo. Se puso de moda ser comunista o de izquierdas y asentar opiniones incuestionables. Orwell les critica porque entiende que solo se puede defender el comunismo y sus terribles contradicciones cuando se vive lejos de la realidad de una sociedad comunista y uno está instalado en un sistema democrático: son la buena gente de izquierdas, que nunca han sufrido lo que defienden.
Concluye proyectando una sociedad abocada a un totalitarismo ideológico que hará añicos la cultura liberal de tradición cristiana que conocemos, y donde el individuo autónomo será borrado del mapa.
Francisco Andrés
Añadir a mis favoritos
Compartir