- Editorial: ALFAGUARA
- Año de edición: 2017
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-204-1410-2
- Páginas: 344
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Hispánica
- Idioma: Español
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El escritor mallorquín José Carlos Llop recrea la ciudad de Palma de Mallorca en un interesante libro que él titula En la ciudad sumergida y que ha obtenido la Mention Spéciale du Jury Prix Méditerranée Étranger. Una obra que reúne varios géneros: autobiografía, literatura de viajes, ficción, historia, etc. El autor enhebra su propia trayectoria con la reciente historia de la isla y explica el proceso de cómo se convirtió en punto de atracción para escritores y artistas además de destacado lugar turístico. Con orden cronológico la narración se detiene a comentar pequeños sucesos de su infancia, aspectos costumbristas o destacados sucesos de esta luminosa ciudad y describe algunos hechos que la marcaron como un fuerte terremoto, un tornado o el destrozo del Cristo de la Sangre, etc. El autor describe los colores ambientales de Palma: sus iglesias, sus paseos, sus cafés, así como el modo del ser del mallorquín y su carácter isleño y relata la transformación de esta mítica urbe en paralelo a acontecimientos históricos de relieve a lo largo del siglo XX.
Llop exhibe su mejor técnica literaria para involucrarse en un proyecto narrativo en el que cede el protagonismo a Palma de Mallorca. Por sus calles desfilan Lorenzo Villalonga, Picasso, Rusiñol, Joan Miro. Robert Graves, Antonio Gelabert, Albert Camus, Jorge Luis Borges o Cela entre otros ilustres personajes del siglo XX que recalaron en la ciudad cautivados por su atractivo. También refiere a la llegada de exiliados o al aluvión de población alemana. En la ciudad sumergida habla de lo que él llama la generación perdida, el origen de los chuetas, de la aristocracia o de la gran fuerza de la tradición, del arte o de su mágica geografía y de la belleza, que, en palabras del autor, es algo a lo que los mallorquines están acostumbrados. José Carlos L. contempla, reflexiona, recuerda y muestra al lector una prueba fehaciente del amor a lo propio de un modo muy bien estructurado y a través de una prosa y lenguaje cuidados en los que a veces se pueden detectar ciertos ecos de Proust. La obra que incluye fotografías de la época y numerosas anécdotas resulta muy amena e ilustrativa para conocer la ciudad mallorquina.
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