ENCRUCIJADA A MEDIANOCHE

Encrucijada a medianoche de Charlaine Harris es la primara entrega de una nueva trilogía cuya acción se desarrolla en Midnight, pequeño pueblo de Texas. Allí llega Manfred Bernardo con un secreto a sus espaldas y, poco a poco, conoce a sus peculiares habitantes como una bruja que actúa como tal o un vampiro; también está el propietario de una casa de empleo y los respectivos dueños de una sala de antigüedades, un salón de belleza, un restaurante y una gasolinera; hay incluso una capilla instalada en un garaje de reparación de coches donde ejerce un reverendo. El hallazgo de un cadáver despierta el interés de todos los vecinos y se pone en marcha una investigación que, tras una serie de fallidas pistas que culpabilizan a uno de ellos, se dirige hacia el verdadero culpable. Mientras, afloran una serie de complejos asuntos del pasado del vecindario de Midnight.
La autora plantea una trama criminal con abundante fantasía, cierto toque gótico y el añadido de alguna relación amorosa, elementos que convierten esta novela de misterio en algo mestizo. La narración, en tercera persona, va contando la historia desde los diferentes puntos de vista de los personajes mientras presenta sus biografías, algunas bastante atípicas y extrañas. De fondo se percibe un clima permisivo con alguna afirmación a favor del aborto o del matrimonio gay y sobrecargado de registros de tipo brujeril. Aunque la novela ofrece elementos de suspense, Charlaine Harris se centra más en sus aspectos fantásticos y sucesos paranormales alejándose de lo que sería un libro convencional del género. Con prosa sencilla y sin excesivas pretensiones literarias, no consigue un libro trepidante ya que el ritmo está ralentizado ni tampoco demasiado verosímil por la proliferación de recursos mágicos.

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