ENTRE EL CIELO Y LU

Estamos en la isla de Groux, en la Bretaña francesa. Jo, cardiólogo en París, se ha jubilado para disfrutar con su mujer Lu de la tranquila vida en esa isla tan pequeña que se puede recorrer en un día. Al poco tiempo Lu cae enferma y a los pocos meses muere y deja solo a Jo. El libro arranca en un funeral, pero lo que podía ser un comienzo trágico se convierte en una dulce historia con un contrapunto de humor. Un humor muy francés, ingenioso, nunca cáustico y endulzado por el cariño de Jo a su mujer. Así nos describe su belleza: “Lu, eras tan guapa que podías haber devuelto a un ciego la agudeza visual de un piloto de caza”, y cómo se ha quedad solo “Tú fuiste con retraso toda la vida: perdimos aviones, trenes, comienzos de espectáculos y de películas…Esta es la primera vez que te adelantas”.
Cuando el notario lee sus últimas voluntades, Jo queda atónito por su broma final: tiene que conseguir que sus hijos, Cyran y Sarah, sean verdaderamente felices. El resto de la novela cuenta con un humor fino y cálido los pasos que da para conseguirlo. Quizá por su intenso trabajo no supo ganarse el cariño de sus hijos, ahora distantes, que ha polarizado su madre, Lu. Entre ellos a su padre le llaman Sístole, y a su madre Diástole; su madre les ensancha el corazón y su padre se lo encoge. Cuando muere Lu, su hijo Cyran es un buen profesional, casado con una mujer a la que no sabe si quiere; vive con ella y con Charlotte, la hija de ambos. Cyran parece seguir enamorado de Albane, con la que ha tenido otra hija, Pomme. La hermana de Cyran, Sarah, es guapa e inteligente, con una vida sentimental agitada y sin pareja estable. Estos son los protagonistas bien retratados y perfilados en la novela que nos cuenta la historia de una familia real, con sus infidelidades, rupturas y problemas, lo que hace la lectura menos adecuada para lectores jóvenes. Una historia contada con optimismo, que destaca la parte noble de las personas y que sin afán moralizante, deja ver que la felicidad real sigue a un comportamiento recto y al verdadero amor a los demás.
“Entre el cielo y Lu” es una deliciosa novela, muy francesa, alejada tanto de un sentimentalismo dulzón como de un humor fácil o grosero; encuentra siempre un modo simpático de exponer la vida real. Con un estilo directo, ágil, frases cortas y un lenguaje desenfadado pero correcto, nos describe los paisajes y costumbres de la isla y la psicología de los personajes, bien perfilados, con los recuerdos, sentimientos, deseos y temores de cada uno de ellos. Su autora, Lorraine Fouchet (Neully-sur-Seine, París, 1956), es hija de un ministro de De Gaulle. Doctora en medicina, se formó en el Hospital Infantil Necker y trabajó quince años como médico de urgencias en París, antes de dedicarse a la escritura.

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