ES UN DECIR

El mismo día que Mariela cumple once años y mientras lo celebra con su madre y su abuela, el sonido de un disparo anuncia la muerte de su padre. El silencio de las dos mujeres o las conversaciones que mantienen a medias no dan explicación a la niña de quién ha matado a su padre ni cuál ha sido la causa que ha motivado el asesinato. La muerte del padre no solo provoca en Mariela dolor por la ausencia, sino que suscita en ella una creciente desconfianza hacia los adultos sospechosos de decir mentiras y guardar secretos inconfesables. La falta de cariño de la madre y el abandono de la abuela harán de Mariela una niña solitaria que tendrá que escuchar detrás de las puertas para conocer la verdad que se le escapa y que podría dar razón a su existencia.
Situada la historia en un pueblo de España sin definir y en torno a los años cincuenta, con pocas palabras y escasos datos la autora consigue dar ambientación a la novela. De la mano de la joven protagonista, el lector tendrá que ir descubriendo cuál es la realidad que se esconde tras los pesados silencios de las mujeres. Porque las protagonistas principales serán las mujeres: la madre, la abuela, la novia, la suegra, la amante, la hija, las vecinas. Mujeres que saben pero que mienten o no dicen porque la verdad duele, una verdad tras la cual siempre habrá un hombre.
La novela trasmite de forma general gran fuerza expresiva utilizando frases cortas. Dividida en tres partes, la segunda, compuesta enteramente por el monólogo de la abuela, intenta ser un desahogo a la conciencia. Una historia que se va desvelando poco a poco y a medias, de la misma manera que se irá desarrollando la vida de Mariela en la que el deseo de ser amada se verá silenciado por un sentimiento más arraigado de indiferencia.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa