- Editorial: TUSQUETS
- Año de edición: 2021
- Materia: Novela policiaca y de misterio. Novela negra
- ISBN: 978-84-9066-944-0
- Páginas: 304
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Andanzas
- Idioma: Español
19,00 €
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Márkaris (Estambul, 1937) es ya un veterano con su inspector Kostas Jaritos. Todas sus novelas han ido tocando aspectos de actualidad, la mayor parte relacionados con temas de corrupción, descontento de la población, pobreza, inmigración, libertades
y en todos ellos ha sabido poner el dedo en la llaga y en esta última también lo hace.
Lambros Zisis es el amigo comunista del Comisario y de toda su familia, tanto que al nieto le han puesto de nombre Lambros. Habitualmente es un personaje colateral, pero en esta novela es un personaje central de una de las dos tramas. Zisis es el organizador de un movimiento que comienza por un entierro de la izquierda por su falta de inoperancia, y de haberse deteriorado su espíritu y que acaba con un movimiento a favor de los pobres en general, aceptando a los numerosos emigrantes que también sufren la situación económica de Grecia. Esto le va a dar ocasión de tocar el asunto del rechazo de los emigrantes de una parte de la población, que considera que no tienen derecho a tener trabajo y a nutrirse de las arcas del país, que como bien sabemos es un argumento esgrimido en otros países europeos. La posición en la novela es de acogida de todos y de comprensión de los que se han visto forzados a abandonar su lugar natural.
Paralelamente se suceden los asesinatos de inversores extranjeros provocando una situación política tensa con sus gobiernos respectivos. Estos inversores buscaban únicamente el dinero, el negocio y para esto no tenían escrúpulos en moverse como mejor les conviniera.
Jaritos va a intentar proteger las manifestaciones de su amigo Lambros, de las que por otra parte se involucra toda la familia y a la vez resolver los asesinatos de los que se cuenta con muy pocas pistas, pero siempre hay un pequeño detalle, una casualidad, un descuido de los delincuentes, que llevará a la resolución del caso.
Un ingrediente digno de mención es el componente familiar, tan presente en todas sus novelas y que en ésta es más abundante, pues toda la familia se reúne con mucha frecuencia, se habla, se discute con elegancia, se ríen, se perdonan y todos se admiran del niño del que están siempre pendientes. Es un aspecto digno de mencionarse, cuando muchas novelas policiacas actuales nos presentan unos protagonistas que son todos personajes viciosos, raros, sin arraigo, tristes y sobre todo solitarios. Aquí es un policía normal con una familia llena de vida y además en la que Dios está presente.
Una novela agradable, simpática, hilarante en muchos momentos, con una trama sencilla pero muy bien llevada, que entretiene y deja un buen sabor de boca.
TROA
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