FLORENTINO PÉREZ EMBID

Onésimo Díaz, historiador, profesor de historia contemporánea de la Universidad de Navarra, escribe una detallada biografía de quien fue un personaje relevante en la vida cultural y política de su época. Nacido en Aracena, sevillano de Aracena, como él se llamaba, estudió en la Universidad de Sevilla y muy pronto tuvo claras sus aspiraciones: influir positivamente en la cultura de la España de su tiempo, a través de la cátedra universitaria, de la prensa, de los libros, de la promoción de actividades que elevaran el nivel de los españoles. Fue primero catedrático en Sevilla, después en Madrid, donde le resultaba más fácil actuar en los diversos frentes en los que se movió. Promotor y participante del grupo Arbor, de la revista Atlántida, implicado en diversos cargos de la editorial Rialp. Ocupó cargos políticos, el último Director General de Bellas Artes con distintos ministros.
La biografía presenta a un trabajador infatigable. Reuniones, conferencias, promotor de los cursos de la Rábida, estrechamente relacionada con su especialidad de Historia de América. Vicerrector y Rector de la Menéndez Pelayo de Santander. Amigo de numerosas personas por su carácter afable.
También en el aspecto humano, muy unido a su hermano Ismael, que falleció joven, y pendiente después de su viuda y de sus hijos. Nunca dejaba de pasar unos días en Sevilla.
Monárquico, colaboró activamente con la política del momento, siguiendo siempre su plan de elevar el nivel cultural.
De profundas convicciones religiosas, con una fe aprendida de su madre. Fue de los segundos del Opus Dei, los que conocieron a San Josemaría después de la guerra española. En muchas ocasiones explicó la naturaleza exclusivamente espiritual de la Institución.
A causa del abundante trabajo, su salud se fue resintiendo. Hasta que falleció joven, después del segundo infarto.
La biografía es un extenso trabajo de investigación que puede ser a su vez, base de otras investigaciones. Se sigue la vida del biografiado, año a año y casi mes a mes. Y la vida de cada una de las iniciativas que puso en marcha, junto con otros desde que se inician hasta que algunas se agotan, por muy diversas causas.
Transmite el trabajo abundante de una persona honesta y afable que hizo e hizo hacer mucho por la vida universitaria y el pensamiento de rigor científico en la España de su época.

Carmen Trigo