FUNGUS

Fungus es el título de la nueva novela fantástica del escritor y antropólogo Albert Sánchez-Piñol (Barcelona, 1965), escrita a modo de western y ambientada en los pirineos catalanes, cuyo hilo central sería una reflexión sobre el poder y la lucha entre ideologías.
La acción se inicia a finales del siglo XIX cuando el socialismo y el anarquismo quieren triunfar y a las montañas llega Ric-Ric, un anarquista alcohólico huyendo de la policía y con el deseo de extender sus ideales. Comienza a trabajar en una casa de un valle donde se habla occitano y cuya capital es la Vella, pero una distracción suya despierta la actividad de unas setas gigantescas, los fungus, que ávidos de sangre y en ocasiones de sexo, representarían la democracia y se convierten en un temible grupo.
Mientras, Ric- Ric gobierna en el Pirineo donde quiere instaurar una república autogestionada y se enfrenta tanto a contrabandistas como a la guardia civil o a los ejércitos españoles y francés. Otros personajes destacados son Mailis, una maestra que se convierte en su amante; un militar español, Alien que simboliza el capitalismo; y un fotógrafo obsesionado por hacer la mejor fotografía posible, junto a secundarios como algunos de los fungus que evolucionan llamados Tuerto o Chiquitín. Todos ellos luchan ardorosamente entre sí y contra diversos enemigos en una guerra continua y manifestada de forma cruenta con secuencias muy violentas, siempre en el marco de lo fantástico y simbólico y en el escenario de una naturaleza hostil, a veces grotesca.
La alternancia del liderazgo, el ataque al capitalismo y al poder junto con la defensa de que la verdad está en manos de los débiles aletea a lo largo de todo el relato en paralelo al hilo narrativo de alguna relación amorosa. Sánchez-Piñol escribe con implacable ritmo y se vale en ocasiones de expresiones sarcásticas para expresar más gráficamente los conceptos que quiere exponer. Fungus está muy bien documentada en lo referente a datos geográficos y paisajísticos y presenta una cuidada edición en la que cada capítulo, al estilo de los antiguos libros de aventuras, va encabezado por un resumen de lo que se va a narrar a continuación. Las expresivas ilustraciones de Qim Hereu embellecen aún más la estética formal de una novela que gustará especialmente a los aficionados al género fantástico.

Reyes Cáceres