GENTE QUE VINO A MI BODA

Conjunto de narraciones breves de tratamiento realista y significado existencial, cuyos protagonistas aparecen siempre en situaciones comunes, pero en circunstancias psicológicas de crisis o, al menos, de interrogación y desconcierto vital.
La obra es muy homogénea en cuanto a temática, técnica y estilo. Algunos cuentos, muy breves, son piezas narrativas logradas y sugerentes pese a lo trivial de las apariencias externas que reflejan; otros, en cambio, tienden a una laberíntica introspección que cae en lo repetitivo y desentonan en el desenlace. En cualquier caso, el nivel medio es aceptable dentro de la peculiar expresividad de la autora, que tiende a crear personajes borrosos y atmósferas ambientales donde el sueño y la consciencia presentan límites poco definidos. El intento de hallar verdades y aclarar dudas es permanente, pero aparece como una tarea fatigosa, donde los sentimientos predominan sobre la realidad con una actitud marcadamente posmoderna. Una invencible languidez paraliza la búsqueda de sentido a la vida y de la propia identidad, y la pasividad se convierte en el reflejo de unos seres desconcertados que no hacen mucho por dejar de estarlo, instalados de modo permanente en la cómoda provisionalidad emocional, equidistante de compromisos y rechazos de índole global.

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