HARRY POTTER Y EL LEGADO MALDITO

Pieza teatral en cuatro actos cuya trama presenta un Harry Potter adulto, de treinta y siete años, diecinueve después de haber acabado sus estudios en Hogwarts. Casado con Ginny, hermana de Ron, su entrañable amigo y compañero de colegio, trabaja en el Ministerio de la Magia y tiene dos hijos, James y Albus y una hija llamada Lilly, la menor de los tres. En la primera escena la familia Potter se despide del hijo mediano, Albus, que se dispone a tomar por primera vez el tren para Hogwarts, igual que hiciera su padre tiempo atrás. En el andén se reúne con Scorpius, hijo único de Draco Malfoy, el perpetuo enemigo de Harry en sus tiempos escolares, circunstancia que ambos conocen y gravita sobre ellos, aunque su relación sea mejor que la de sus padres. Juntos conciben ya en el colegio, el proyecto de utilizar una herramienta mágica cuyo uso está prohibido, el Giratiempo, para retroceder al pasado y evitar que llegue a producirse la muerte de Cedric Diggory, capitán del equipo de Quidditch durante el tercer y cuarto año de Harry en Hogwarts, asesinado por orden del malvado lord Voldemort.
La obra, escrita por J. K. Rowling en colaboración con Jack Thorne, autor de teatro y guionista de cine, TV y radio y John Tiffany, director teatral, mantiene en esencia el espíritu y los rasgos ambientales característicos de la serie que convirtió a Harry Potter en el héroe de una generación de lectores. Sin embargo, no se trata en este caso de un libro infantil-juvenil sino de un texto dirigido de modo primordial, a adultos que durante su infancia y adolescencia, disfrutaron leyendo la saga en que este se inspira. El movimiento teatral con numerosos cambios de escena y de personajes, transcursos temporales paralelos y frecuentes efectos mágicos, resulta demasiado complejo, aunque los diálogos a base de frases breves, escuetas y de vocabulario fácil compensa en parte dicha dificultad. La amistad de Albus y Scorpius, que facilita el cese de hostilidades entre Harry y Draco, y la aventura conjunta de padres e hijos que abre un camino de comprensión y acercamiento entre Harry y Albus, antes enfrentados ponen una nota positiva al desenlace de la aventura. Ambas generaciones se acercan al vivir juntos la experiencia de aprender que es imposible modificar el pasado y que no vale la pena esforzarse en cambiarlo desde el presente, sino asumir con realismo el peso de lo vivido y la herencia de los antepasados. Este mensaje positivo junto con el clima de equilibrio familiar que mantienen los protagonistas sirve de contrapeso a las elucubraciones fantásticas a las que dan pie ciertas secuencias argumentales.

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