HE APOSTADO POR LA LIBERTAD

Para esta “autobiografía singular”, el Cardenal Scola explica que “ha elegido la forma de diálogo porque quizá es mas practicable para el lector y más capaz de comunicar fragmentos de historia y las ideas que han caracterizado estos años”. Y elige para este diálogo al periodista Luigi Geninazzi, al que conoce desde hace años. Las acertadas preguntas de Geninazzi dan pie a las prontas y claras respuestas de Scola, que siempre se ha caracterizado por su modo directo y diáfano de hablar. Al comienzo del libro explica: “Me urge explicitar dos ejes en torno a los cuales gira el libro. El primero es la libertad, un factor que me ha movido desde mi adolescencia. (…) El segundo es la belleza de la Iglesia y el hecho de que es digna de ser amada.”
El libro recorre la larga vida de Angelo Scola. Y a la luz de su propia vida, reflexiona sobre las vicisitudes del mundo, especialmente de Europa, y de la Iglesia en la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del XXI. Repasa la situación de la posguerra europea y la religiosidad en aquellos años; el papel de los nuevos movimientos en la iglesia; la etapa en que estuvo cerca de Comunión y Liberación y su contacto con Luigi Giussani; su colaboración con Juan Pablo II; el capítulo que trata de Benedicto XVI lo titula “un papa humilde trabajador de la viña”, y en el titulado “un papado inédito” explica su relación con Francisco, tras hablar del conclave de 2013. Merece la pena leer este capítulo en el que rompe absurdos tópicos de su falta de entendimiento con el Papa actual, cuando por el contrario afirma “yo creo que es absolutamente necesario identificarse con la figura del papa con un sentimiento de profunda y sincera empatía. (…) La aparición de un papa como Francisco ha sido un benéfico puñetazo que el Espíritu Santo nos ha dado para despertarnos.”
Quizá el contenido esperanzador de este libro se aclara bien en las últimas frases de su prólogo: “El Papa Francisco en todas sus intervenciones pone el acento en la alegría. Si el europeo de hoy pudiese entrever –aunque solo fuera de lejos- qué plenitud de libertad se encuentra en el corazón de la experiencia cristiana, inmediatamente volvería a encontrar el camino de la Iglesia”.
Angelo Scola, nacido en Malgrate, Lecco, en 1941, es sacerdote desde 1970 y, ya en tiempos de Juan Pablo II obispo en 1991 y Patriarca de Venecia en 2002. Benedicto XVI lo nombró en 2011 arzobispo de Milán, diócesis de la que es obispo emérito desde 2017. Hombre culto y doctor en teología ha publicado entre otras obras: Hans Urs von Balthasar: un estilo teológico (1997); Hombre mujer. El misterio nupcial. (2001); Luigi Giussani: un pensamiento original (2006); Una nueva laicidad (2008), Buenas razones para la vida en común (2012) y ¿Postcristianismo? (2018).

Carmen Juste