HISTORIA DE LAS ABEJAS

La historia de las abejas, recoge tres relatos situados en épocas y países distintos. Inglaterra, 1852: William, tenía condiciones para haber sido un buen científico, pero por necesidades económicas tuvo que dedicarse al comercio; al pasar los años se propone investigar para desarrollar un nuevo tipo de colmena. Estados Unidos, 2007: George es un apicultor que quiere que su hijo universitario siga con el sacrificado negocio familiar. China 2098: las abejas han desaparecido, y Tao se dedica a la polinización manual; un trabajo duro que realiza con la ilusiónde dar a su hijo una vida mejor a la suya. Quizá la mejor historia, aunque la más dura es la de Tao la madre de Wey-Wen, ambientada en una sociedad futurista, glacial, áspera, donde niños sin escolarizar trabajan desde los ocho años en la polinización, donde si no se tiene una determinada cantidad de dinero ahorrada no se puede tener un segundo hijo, o donde al hacer mayor la madre de Tao las autoridades se la llevan y nunca más sabe de ella. Las tres historias tienen puntos en común: en las tres un padre o madre trabaja y se sacrifica para dejar a su hijo un mundo mejor al de sus padres, y en cambio a los hijos les cuesta entender y agradecer el esfuerzo de sus padres. Familias con circunstancias duras, escasez económica, roces e incomprensiones que a lo largo de la novela mejoran. Son historias en las que se supera la adversidad con esfuerzo y también con el apoyo de personas de la propia familia que al comienzo no habían querido hacerlo. La novela describe bien los ambientes y las personalidades de los protagonistas. La autora quiere mostrar a raíz de la evolución de la apicultura las relaciones entre los seres humanos. Y aunque a tantos ecologistas o pregoneros del cambio climático les falta un punto de esperanza en el ser humano, en esta novela al finalizar cada historia se entrevé una luz en el horizonte.
Esta es la primera novela de Maja Lunde (Oslo, 1975), periodista que ya había escrito literatura juvenil. Explica que cuando quiso escribir una novela encontró un artículo en el que se hablaba del fin de las colmenas, y pensó que podía ser un buen tema, y ha sabido novelarlo bien. Escribe con una prosa ágil y correcta, y se agradece su técnica narrativa. Sabe dosificar los acontecimientos para intrigar. Suspende cada capítulo en un momento álgido, de tensión, que recogerá en el siguiente, lo que impulsa a continuar la lectura para resolver las incógnitas planteadas. Algunas descripciones sexuales la hacen apropiada para adultos con formación.

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