INFORME CONTRA MI MISMO

Eliseo Alberto de Diego, nacido en Cuba en 1951, en el seno de una familia de escritores, pertenece a la primera generación de su país educada ya en los principios de la revolución castrista que llegó al poder en 1959. La obra refleja su desencanto del régimen, en el que creyó durante largo tiempo, hasta que, en 1994, decidió irse a vivir a Méjico. El título, que alude a las autocríticas y delaciones que las autoridades castristas exigían a sus súbditos, sobre todo en los primeros fervores revolucionarios, expresa el propósito del autor de confesar su amor a la isla, a sus amigos, a la patria, a todo lo que permanece, y su deseo de que el futuro no traiga rencores, ajustes de cuentas y nostalgias cuando Castro y su dictadura pasen a la historia. El texto, mitad autobiografía, mitad testimonio aleccionador, y muy localista, no supone que el autor abandone los principios justicialistas e igualitarios que le identificaron con la revolución, sino su deseo de compaginarlos con libertades constitucionales democráticas y de no ceñirlos a devociones personalistas, como ocurrió con José Martí o Fidel Castro. Publicado en 1996, este Informe mueve a apreciar a Cuba por sí y por sus gentes, no por su política, y a mirar al porvenir, todo ello en un tono apasionado y vehemente, muy personal. El dolor por la oportunidad perdida, por muertes y exilios desgarradores, predomina sobre reflexiones intelectuales, por lo que la obra no ofrece sugerencias de índole política, social o económica acerca de cómo debe planificarse el devenir de Cuba en el siglo XXI. El estilo, de intenso tono cubano, tanto léxico como gramatical.

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