INMERSIÓN

Febrero de 1949 es la fecha que encabeza los primeros capítulos de la novela “Inmersión”. Nina Sergeievna es una escritora rusa que ha sido invitada por la Unión de Escritores a pasar un mes de descanso –“veintiséis días con sus respectivas noches”, escribe- en una casa de campo en Finlandia. Se trata de un pequeño hotel situado en medio de un bosque nevado. Allí convive con otros artistas y escritores también invitados. Nina emplea ese mes en aclarar los motivos de la desaparición de su marido, Aliosha, sucedida en circunstancias poco claras durante las purgas estalinistas de 1938. Una noche lo llevan a la cárcel; después le dicen en la ventanilla de esa cárcel que ya no está allí; más tarde en el Ministerio Público le espetan la condena: “Diez años sin derecho a correspondencia y con la confiscación de sus bienes. Cuando lo liberen le enviará una carta”. Aunque han pasado más de nueve años, ella mantiene en el fondo del alma el descorazonamiento por su ausencia. Y sueña de modo reiterativo que ha muerto durante un cruel interrogatorio. La novela relata esas semanas que pasa entre nieves, su relación con los otros escritores y su soliloquio, en el que reconstruye el final de su marido. Termina con el regreso de Nina a Moscú en un último capítulo fechado en Marzo de 1949.
La autora tiene una prosa clara y un estilo sencillo y directo. Escribe un relato intimista que traslada al lector los sentimientos, perplejidades y temores de los protagonistas. Describe con viveza personalidades, paisajes y lugares, y hace una buena ambientación en la época histórica de la que nos deja ver su dramatismo. Son los años de la implantación del comunismo en Rusia y en los países adyacentes que ha dominado. Como en sus otros escritos, Chukóvskaia quiere plasmar el terror de la época estalinista. La novela incluye un interesante postfacio de la traductora Marta Rebón y del autor de las notas, Ferrán Mateo.
Lidia Chukóvskaia (San Petersburgo, 1907-Moscú, 1996), fue hija de un conocido escritor que suscitó en ella la afición por la literatura. Como autora fue perseguida en su país por el partido, a causa de sus críticas al régimen y de su apoyo a los disidentes como Solzhelnitsyn, Shajarov y otros, se le prohibió publicar en la Unión Soviética. En el último capítulo anota la autora que escribió “Inmersión” entre los años 1949 y 1957. Se ha publicado ya en castellano otra novela suya, “Sofía Petrovna, una ciudadana ejemplar”.

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