JUEGOS DE INGENIO

En un futuro próximo, la inseguridad y los crímenes son la nueva forma de vida en Estados Unidos, en una escalada de violencia difícil de frenar. Pero existe una zona protegida donde, previa renuncia a algunos derechos y libertades, la seguridad está garantizada: es el llamado territorio del Oeste, recién urbanizado y colonizado, que aspira a ser el Estado cincuenta y uno del país. Un asesino en serie amenaza esa seguridad, y para atraparle involucran a su familia, que había huido de él veinticinco años atrás: la esposa, enferma de cáncer y en estado terminal; el hijo, profesor universitario especialista en psicología criminal; y la hija, analista y diseñadora de enigmas y jeroglíficos para una revista.
Es ésta una novela de suspense que intenta dar a conocer la sórdida mente de un criminal y que demuestra que la perversión no es congénita, sino que existe el libre albedrío. Los hijos del asesino van descubriendo en ellos facultades que les asustan y les hacen pensar que son como su padre, pero llegado el momento hacen uso de su libertad. El relato es algo lento, aunque aumenta su ritmo hacia el final. Los personajes están bastante bien definidos y la trama es buena, planteada y resuelta con acierto. Las palabras malsonantes se han traducido como blasfemias, y hay un punto de descreimiento solapado que se diluye en la trama.

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