KÁRATE MENTAL

Manual de autoayuda cuyo esquema expositivo se inspira en las normas de entrenamiento propias del arte marcial llamado karate, palabra japonesa que significa “camino de la mano abierta”.
El autor, siguiendo con la idea que expresa el título, propone la práctica del kárate mental que permite el control de los instintos violentos, como la venganza o el rencor y el empleo de palabras y formas suaves y firmes. Mantener siempre el autocontrol supone también saber aceptar cualquier situación y tender la mano al interlocutor para evitar la confrontación directa por medio del diálogo. La obra, escrita en términos de divulgación, se estructura en función de su objetivo de fondo, que es subrayar la fuerza del optimismo como motor vital y la empatía como clave de las relaciones con los demás. El autor ofrece sugerencias útiles, basadas en su larga experiencia como psicólogo, encaminadas a desarrollar la sociabilidad del lector como parte de su inteligencia emocional. Ser práctico, creativo, reflexivo, acertar a definir el auténtico sentido a la propia vida y mantener una actitud valerosa ante la adversidad o el fracaso son los objetivos propuestos para mantener el deseo de vivir. El proyecto, bien orientado desde el punto de vista psicológico, adolece de cierta debilidad en las bases sobres las que se sustenta. Tanto la ecuanimidad en el trato con personas problemáticas o desagradables como el mantenimiento del equilibrio anímico personal, son actitudes que necesitan fundamentarse en principios existenciales más sólidos que los propuestos en la obra. El autor combina argumentos inspirados en el pensamiento oriental con otros tomados de la cultura europea de forma bastante aleatoria, haciendo coincidir una frase de Napoleón con un proverbio chino, dentro de unos planteamientos de fondo superficiales que no parecen capaces de causar efectos perdurables.

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