- Editorial: PLANETA
- Año de edición: 2018
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-08-18090-6
- Páginas: 416
- Encuadernación: Cartoné
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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Edith Eger, nació en Hungría. De origen judío, en 1944, cuando tan sólo tenía dieciséis años, fue trasladada junto a sus abuelos, sus padres, su hermana mayor y otras personas a las que amaba, al campo de concentración de Auschwitz. Al terminar la guerra ella y su hermana Magda se convirtieron en supervivientes, todos los demás habían muerto. De su ciudad, de los ciento veinte mil húngaros llevados a campos de concentración, tan sólo regresaron 47.
La bailarina de Auschwitz no es una novela, sino el testimonio de la propia Edith, que tras décadas de dolor y superación, siguiendo la estela de Viktor Frankl con el que mantuvo una larga relación profesional y de amistad, decide ahora, cumplidos ya los noventa años, poner por escrito todas aquellas vivencias que no lograron aniquilar su capacidad de decidir querer ser libre.
La vida de Edith había sido hasta el año de su encierro como la de cualquier niña de su edad. Había crecido en un ambiente familiar con errores y aciertos, con intereses culturales arraigados, sin demasiadas manifestaciones de afecto, sin una religiosidad estricta, pero con una unidad sólida. Su hermana mayor tocaba el piano, su hermana Klara era una prodigiosa del violín, y ella había asistido a clases de ballet y gimnasia manifestándose como una atleta y una bailarina excepcional. Preparada para los juegos olímpicos, fue su propia entrenadora quien tuvo que comunicarle su expulsión del equipo de atletismo por su origen judío, un duro golpe para Edith que hasta entonces no sabía que a ojos de los nazis era un ser inferior. En plena adolescencia conoció a Eric, un compañero con el que compartía no sólo el primer amor, puro y sin complicaciones, sino intereses culturales, políticos y un futuro que se les presentaba lleno de atractivos. Pero todo eso desaparece la noche que son arrestados. Las últimas palabras de Eric nunca olvidaré tus ojos, nunca olvidaré tus manos, serán el mantra que Edith se repetirá para mantenerse viva.
Ya en Auschwitz, pronto conocerá el terror del campo. Separadas de su madre a la que llevan sin piedad hacia las duchas de gas, Edith y su hermana Magda comenzarán un infierno cuyo preámbulo se inicia con la obligación de Edith de bailar ante Josef Mengele, el ángel de la muerte, para lograr salvar su vida y la de sus compañeras de barracón.
Pero cuando llega la liberación todavía no hay paz y Edith se verá obligada a huir a Estados Unidos por la nueva amenaza que suponen para ella y su familia el régimen comunista instalado en Hungría.
Tras una vida de penurias, finalmente logrará licenciarse y doctorarse en Psicología, profesión que desarrollará de manera exitosa y con la que ella misma, mientras ayuda a sus pacientes, será capaz de liberar sus propios fantasmas.
Con su testimonio, Edith Eger, muestra una vida de superación, de perdón y rectificaciones. Da preeminencia al poder del amor. Se reafirma en la idea de que es cada persona quien decide querer ser libre, y que las experiencias dolorosas pueden proporcionar una perspectiva que lleve a dar sentido a la propia vida.
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