LA BANDA DE JUBILADOS QUE CANTÓ DOS VECES BINGO

La escritora sueca Catharina Ingelman-Sundberg, vuelve a cosechar un éxito de ventas entre sus lectores con La banda de jubilados que cantó dos veces bingo. Continuando la historia de su éxito anterior, La bolsa o la vida, los cinco ancianos protagonistas que se las ingeniaron para escapar de las malas condiciones de la residencia donde vivían, se centran ahora en el objetivo principal de la misión que se han impuesto a sí mismos: robar grandes cantidades de dinero para transferirlo a las instituciones de ancianos, sedes culturales o personas necesitadas.
Su primer objetivo será trasladarse a las Vegas para robar las fichas de un casino que posteriormente canjearán por dinero y que enviarán vía internet a las cuentas bancarias de diferentes residencias de ancianos y entidades de cultura. Sin embargo, el dinero no llega a su destino, alguien lo ha desviado a otras cuentas bancarias. Sin dejarse desanimar programarán el robo de un banco en Suecia, y poco después buscarán apropiarse del oro guardado en el Museo de Historia.
Los personajes aparecen en situaciones absurdas y estrambóticas. La imagen de unos simpáticos ancianos, honrados ladrones, deja secuencias humorísticas que para el público español pueden resultar simplemente ridículas. La autora da un toque de atención sobre las malas condiciones de las residencias de ancianos en los países europeos cuando funcionan como un simple local donde recluir viejos. Volcada en buscar lo humorístico de la trama, Ingelman-Sundberg, se centra en una novela de entretenimiento.

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