LA BANDA DE ZOÉ. 14: LA ISLA DE LOS FILOSOFOS

El decimocuarto episodio de la serie de intriga y humor titulada “La banda de Zoé”, se refiere al robo de unas valiosas estatuas pertenecientes a la Antigüedad griega. Un embajador, amigo del padre de la protagonista, ha sido comisionado por las autoridades de su país para gestionar los trámites destinados a que, varias valiosas piezas escultóricas expuestas en sus museos, fueran devueltas a sus verdaderos propietarios, los ciudadanos griegos. A pesar de las medidas de seguridad adoptadas para proteger las obras de arte, una famosa banda de ladrones consigue robarlas y el embajador, desolado, acude a casa de Zoé a contar la terrible situación en que se encuentra. De inmediato, la banda de Zoé se dispone a seguir pistas y buscar huellas, lo que conduce a acompañar al embajador y a su amiga, una adivina que conoce mejor el pasado que el futuro, hasta Atenas. Una vez embarcados en el ferry, Zoé y sus amigos empiezan a sospechar que las esculturas robadas viajan con ellos aunque no con el propósito de restituirlas al país del que proceden, sino para mantenerlas escondidas hasta que encuentren comprador. La trama narra el plan desarrollado por los protagonistas para desenmascarar a los ladrones, uno de los cuales está relacionado con Amanda la novia permanente del padre de Zoé, separado de su madre desde tiempo atrás. Entre la intriga policíaca aparecen intercalados algunos datos sobre la civilización clásica griega y los principales monumentos que de ella se conservan que añaden interés cultural a una historia pensada exclusivamente para entretener. El estilo narrativo, sencillo y bien redactado, así como la acertada presentación editorial, con abundantes y bien realizadas ilustraciones, contribuyen a atraer desde la primera página la atención del tipo de lectores a quienes esta novela infantil se dirige.

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