El señor Augusto, protagonista de este cuento, estaba caminando muy a gusto cuando divisó una botella de agua. Pensó que era una buena idea comprar la botella para cuando tuviera sed. Y siguió caminando muy a gusto, hasta que vio una mochila, y pensó que era estupenda para transportar la botella. Y siguió caminando, y compró un coche para llevar, la bici, la mochila y la botella. Y lo mismo hizo cuando vio un camión, y un avión
Hasta que tuvo un accidente morrocotudo y se acabó su paseo. Pero se sintió muy sediento. La obra narra una historia divertida, bien escrita, con un vocabulario muy adecuado al público infantil al que se destina, y unas ilustraciones de factura moderna, atractivas y dinámicas, llenas de detalles y que acompañan el relato favoreciendo su comprensión.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa
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