LA CASA DEL SILENCIO

La acción, localizada a finales del siglo XX, se desarrolla en una localidad costera de Turquía durante el tiempo de veraneo, y los protagonistas son una anciana de noventa años, sus tres nietos y un criado enano que es hijo ilegítimo del difunto abuelo. Las insatisfacciones de estos personajes, su declinante situación económica y social y su inadaptación al mundo que les rodea, mezcla confusa de tradición y modernidad, constituyen el eje de la trama, centrada en un acontecer cotidiano externamente irrelevante pero agitado por profundas tormentas interiores.
Pamuk, premio Nobel 2006, realiza una crónica social detallada de una burguesía que se debate entre los residuos del antiguo imperio turco, símbolo de Oriente, y la creciente influencia de Occidente. Los monólogos de la anciana evocan los tiempos de la creación del Estado turco de Ataturk, la progresiva erosión de la fe islámica y la adopción del positivismo científico entre la élite culta. La actividad de los nietos, errática, inútil e impregnada de alcohol, transmite el desconcierto existencial de unas generaciones que sólo creen en el dinero. En medio, el criado enano representa una actitud digna y callada, mucho más consecuente que los devaneos comunistas de quienes juegan a redimir al pueblo sin dejar de aprovecharse de él. La buena calidad del estilo, el acierto de la traducción y la fuerza de las descripciones ambientales son los rasgos más destacables de esta novela, inmersa en la corriente del realismo social y desarrollada con recursos narrativos no precisamente originales, cuya lectura interesa para entender algunas claves de la Turquía actual.

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