LA CIENCIA DE LA LARGA VIDA

El cardiólogo Valentín Fuster, director general del Centro Cardiovascular del hospital Mount Sinaí de Nueva York y el periodista Josep Corbella, responsable del área de ciencia del diario La Vanguardia, han elaborado conjuntamente esta obra de carácter divulgativo donde se presenta un amplio panorama del estado actual de las investigaciones biomédicas dedicadas a prolongar los años de vida saludable del ser humano y atenuar los efectos de la decrepitud. Los autores han pretendido ofrecer al público, carente de conocimientos médicos, las claves para facilitar a lo largo de la edad adulta el control de la propia salud y modificar su edad biológica a partir del convencimiento de que envejecer no es lo mismo que cumplir años.
Los efectos del paso del tiempo se consideran inevitables en los tejidos corporales pero si este proceso no es reversible existe la posibilidad real de hacerlo más lento. Detener el cambio equivaldría a detener la vida pero es importante convencerse de que más años no significan forzosamente más enfermedades y que alcanzar una edad longeva en sana salud no es hoy en día una utopía. Practicar de modo constante un ejercicio físico que no tiene que ser necesariamente practicar deportes de esfuerzo, no aislarse de familiares y amigos, ejercer alguna actividad profesional después de la jubilación, seguir una dieta controlada, no perder la sonrisa y estimular el cerebro de forma continuada, son los recursos aconsejados para conseguir este objetivo. La exposición, bien estructurada en capítulos breves, sigue un esquema claro y preciso, que incluye recuadrar con un tipo de letra diferente las frases más relevantes. La redacción cuya finalidad informativa es evidente, tiene un tono de carácter didáctico y utiliza un vocabulario sencillo, ajeno a tecnicismos de difícil comprensión fuera del ámbito clínico. El contenido pone en evidencia ciertos tópicos sobre los supuestos efectos benéficos de algunos tratamientos de belleza. Los autores subrayan que en el estado actual de la investigación de terapias para alargar los años vividos con bienestar físico, más que éxitos contrastados, lo que hay son puntos de partida esperanzadores para un futuro no muy lejano. El apéndice final con veinte consejos básicos para disfrutar de una larga vida resume lo expuesto anteriormente en unos términos de concisión que permiten memorizarlos fácilmente. Algunos de estas indicaciones se refieren a que el interés y la capacidad sexual no tienen por qué desaparecer con la edad, sólo en el plano de la fisiología, sin entrar en valoraciones morales.

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