LA CRISIS PUEDE ESPERAR, LA VIDA NO

Manuel Medina González, abogado y escritor comparte con el lector una serie de valoraciones acerca de la crisis, la economía y los nuevos tiempos. En su opinión, el estado de bienestar ha pasado a ser estado de inseguridad e incertidumbre. Reflexiona también acerca de los diferentes tipos de crisis: familiar, política, social, económica, financiera, de valores, de identidad… Pero sobre todo es una obra muy personal dirigida a todo tipo de público y que rinde homenaje a millones de personas que, en su opinión, son las que se ven afectadas por cualquier repunte de inflación o deflación. Personas que son el verdadero pulmón de la economía más cercana y diaria; desde los operarios de los servicios de limpieza, los conductores de metro y autobús, los trabajadores de Mercamadrid, los repartidores de carga y descarga… Ellos constituyen la fuerza de la economía y desconocen los términos financieros de su empresa porque solo saben trabajar, hacer aquello que se les manda… estas vidas son las que no puede esperar, pues dentro de ellas gravitan miles de seres rotos, que con las dificultades han perdido su empleo, su casa y en numerosos casos tuvieron que regresar a sus países de origen. Desde su punto de vista, llega el momento de apostar por una sociedad diferente. Igualmente rinde tributo Juan Antonio un repartidor de periódicos ejemplar y agradecimiento póstumo a sus amigos Botín, Areces… que han estado a su lado en los sufrimientos que le ha ofrecido la vida; y con los que ha aprendido mucho. Admira a las empresas, a las instituciones y a todos los que facilitan una convivencia armónica.

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