LA DAMA DE ZAGREB

Décimo episodio de la serie protagonizada por el detective Bernie Gunther, policía berlinés capaz de superar los años de la Alemania nazi y reanudar su actividad profesional tras la derrota del III Reich, bajo la ocupación de las fuerzas Aliadas en 1945.
Once años después, desde su refugio en la Costa Azul, revive los dramáticos sucesos en los que se vio involucrado, a las órdenes del entonces ministro de propaganda de Hitler, Josef Goebbels, que en el verano de 1942 le encomendó una misión de alto riesgo en la ocupada Yugoslavia. Se trataba de viajar al país balcánico y localizar al padre de Dragica Djurkovic, estrella emergente del cine alemán hacia la que el mandatario nazi sentía una especial atracción. Huérfana de madre, la joven deseaba recuperar el afecto paterno después de muchos años de alejamiento. En el cumplimiento de su misión, Bernie se enamora de la bella actriz y mantiene con ella un idilio que, de ser descubierto por Goebbels, podría acarrear a la pareja consecuencias fatales. El amor romántico entre la artista y el policía se desarrolla en unos momentos de gran tensión política y militar cuando, tras la invasión de la URSS, y con el ejército alemán en retroceso, las poblaciones civiles sufren los bombardeos devastadores de la aviación Aliada. Bernie corre grandes riesgos, primero en Yugoslavia y después en Suiza, donde se encuentra con Dragica y la custodia de vuelta a Berlín para dejarla en manos de Goebbels que la espera con impaciencia. La suerte que hasta ahora ha protegido al agente Bernie le sirve una vez más para salvar su vida, aunque por amor a su dama prefiere devolverla a la neutral Suiza antes que entregarla en poder del malvado ministro de Hitler. Cuando, desde la Costa Azul, el nostálgico Bernie recuerda las imágenes del pasado, una visita ocasional le devuelve a la realidad que desemboca en un final que, si no puede considerarse feliz, resulta en cierto modo reconfortante. El peculiar ambiente de amargura y violencia que rodeaba al pueblo alemán en guerra aparece como elemento condicionante de las actitudes y conducta de hombres y mujeres que solo aspiran a sobrevivir al margen de cualquier principio moral o de solidaridad. Philip Kerr (Edimburgo, Reino Unido,1956) mantiene una vez más a través de su protaggonista, una visión escéptica y descarnada dela vida que afecta tanto al sentido trascedente de la existencia como a las relaciones amorosas, descritas con crudeza realista aunque sin entrar en detalles escabrosos.

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