LA DUQUESA CIERVO

Novela fantástica de ambientación medieval protagonizada por el hijo segundón del rey de un pequeño país imaginario, que podría situarse en el norte de Europa. Todavía muy joven, cuando su padre lo envía a otro reino para que se inicie en la carrera de las armas, cae en manos de un intermediario sin escrúpulos que lo vende como siervo destinado a trabajar en las cocinas de palacio. Al descubrir el engaño del que ha sido víctima, no encuentra otra salida que acudir al amparo de uno de los doce archimagos de la corte. Gracias a su protección, logra relacionarse con la duquesa Aliso, la bella sobrina del rey, cuyo dominio de las artes mágicas le permite, en determinadas circunstancias, convertirse en ciervo.
La obra se centra en los pormenores del enamoramiento que surge entre el narrador-protagonista y la duquesa, a pesar de que ésta ha sido destinada a casarse con el monarca de un reino aliado con el de su tío. Amor, magia y enconados enfrentamientos bélicos son los elementos en los que se apoya el desarrollo argumental, inspirado, según manifiesta el autor, en leyendas druídicas y escandinavas. La acción, lenta y minuciosa, está enmarcada en bellas descripciones de paisajes, expresadas en un tono poético donde el autor pone de manifiesto sus cualidades estilísticas y una notable riqueza léxica. El gran número de personajes, algunos de ellos criaturas legendarias como los míticos dragones, la complejidad de las situaciones y los continuos intercambios entre el mundo real y el de la magia imprimen a la trama un carácter misterioso y tenso que exige atenta lectura. El simbolismo que surge al comparar las diferencias entre la extraordinaria capacidad de fantasía de la mente humana y el escaso relieve de una vida real, por rica y diversa que sea, se pone de manifiesto a través de un tratamiento novelístico cuya comprensión requiere notable esfuerzo imaginativo. La ambigua figura de la duquesa, unas veces vestida de hombre y otras de mujer, enamorada del aprendiz de mago pero también atraída por una de sus damas, así como los enfrentamientos entre distintas confesiones religiosas, unas de origen pagano y otras más estrictamente teológicas, alejan esta historia de lo puramente fantástico. Entre la alegoría y la aventura, el relato, técnicamente cercano a la corriente del realismo mágico, está escrito con un lenguaje literario de calidad, aunque con algún leve desliz gramatical. El autor juega de modo hábil con instintos primarios del alma humana, el sexo y la ambición de poder, según queda patente en algunas escenas más insinuantes que explícitas.

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