- Editorial: ALFAGUARA
- Año de edición: 2016
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-204-1949-7
- Páginas: 560
- Encuadernación: Rústica
- Colección: Hispánica
- Idioma: Español
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La forma de las ruinas es una extensa crónica novelada, que trata de dos trágicos sucesos que conmovieron la vida social y política de Colombia: el primero ocurrido en los comienzos y el segundo a mediados del siglo XX.
La obra recoge el asesinato, en 1914, del general y político liberal Rafael Uribe Uribe (1859-1914) muerto a hachazos a manos de dos obreros y, en 1948, el del ministro populista Jorge Eliécer Gaitán (1903-1948) abatido con arma de fuego cuando abandonaba su despacho oficial. En torno a estos hechos reales, cuyas víctimas fueron los políticos citados, se describen, con lenguaje realista, las actividades de varios personajes imaginarios que, si bien actúan en situaciones ficticias, reflejan el apasionado clima de unas épocas agitadas por la violencia y sectarismo característicos de la historia reciente de Colombia. El propio autor, Juan Gabriel Vásquez (Bogotá,1973) se presenta como fiel recopilador de hechos del pasado en su afán de esclarecer los confusos episodios que rodearon aquellos luctuosos acontecimientos. En el caso de Uribe, revisa las actas del proceso desarrollado contra los autores materiales del crimen, al tiempo que se manejan diversas hipótesis sobre quienes inspiraron, financiaron y fueron cómplices, pero que, debido a sus conexiones, quedaron exentos de culpa. En cambio, el atentado mortal contra Eliécer Gaitán fue seguido del inmediato linchamiento del pistolero ejecutor y de una violenta reacción de las masas en la sangrienta algarada conocida como El Bogotazo. Juan Gabriel Vásquez aporta sobre los dos sucesos una apretada síntesis de la información extraída de fuentes políticas, jurídicas y periodísticas de la época, que describe con el estilo literario de una novela de crítica social de fondo histórico. Abundan las reflexiones sobre los rasgos más negativos del pueblo colombiano, de sus clases dirigentes y de las ambiciones unos políticos dispuestos a deshacerse de sus enemigos sin reparar en medios violentos. Aunque el autor afirma en su Nota Final, que ha tratado de escribir una obra de ficción, tal vez se refiera a los personajes que le sirven de interlocutores y no al fiel relato de los hechos documentados. Estos responden a las versiones consideradas como verdaderas por los medios de información, algunos de ellos reproducidos en la obra, que se ocuparon en su día de aclarar las circunstancias dos magnicidios.
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